Sobre el tema de las cruzadas, que salió varias veces en clase, ya sabeis que sigo pensando –es sólo un pensamiento, habría que ver si le corresponde o no algo en la realidad- que perfectamente puede haber teólogos en la edad media que no estuvieran totalmente de acuerdo o seguros sobre la legitimidad de alguna o todas las cruzadas. Os metí en un post anterior algunas frases sueltas, y algunos de los autores en efecto parecen tener una postura crítica. En realidad, es un asunto histórico, porque lo importante es que obviamente hoy en día ningún pensador cristiano va por ahí defendiendo que haya que matar infieles. No obstante, incluso podemos entrar en la discusión histórica, como os digo. Discusión sobre cuales eran las razones de las cruzadas, sobre si podemos considerar que hubo cruzadas más legitimadas que otras, sobre si algunas de las cruzadas eran sinceras y otras meras cortinas de humo para distraer de los problemas internos, etc. Y discusión de opiniones de pensadores divergentes con lo que podía ser la postura oficial del papado en la época (eso suponiendo que el papado no pudiera tener distintas posturas sobre las distintas cruzadas, etc).
En la película que os menciono de Ridley Scott, se habla de una de las épocas de las cruzadas, creo que en el siglo XIII (el mismo siglo que Tomás de Aquino), en la que los cristianos perdieron el control de Jerusalén a manos de Saladino. En la película se plantea que se había establecido en Jerusalén un reino de paz y convivencia pacífica entre religiones, y que el legendario ‘rey leproso’ de Jerusalén era una especie de pacifista que trataba de contener a los cruzados más beligerantes y salvajes.
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